Esta nueva crisis sanitaria global a causa del virus producido por el COVID-19 nos ha obligado a reformular las conductas del ser humano pre existente. La alta tasa de personas contagiadas así como también las vías de transmisión más conocidas como son: tos, estornudos, pequeñas gotas de saliva y contacto de las mucosas orales, nasales y oculares colocan en mayor riesgo a los odontólogos y asistentes dentales exponiéndolos altamente a la carga viral al momento de ejercer su trabajo. Esta situación ha generado diferentes posiciones en los países para afrontar la pandemia, pero más allá de las diferentes reacciones de los gobiernos y de sus sistemas de salud, existe una responsabilidad individual que debemos asumir todos los profesionales de la salud hacia el diagnóstico, tratamiento y prevención a fin de disminuir el riesgo de contagio. El Covid-19 es la enfermedad causada por un nuevo coronavirus (SARS-CoV-2), que fue identificado y caracterizado a finales del 2019 en China. La epidemia podría tener su origen en los animales salvajes como por ejemplo: serpientes, murciélagos y pangolines. A la fecha no se sabe como este virus se traspaso al personal humano. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la “bioseguridad” (o “seguridad biológica”) como los principios, técnicas y prácticas aplicadas con el fin de evitar la exposición no intencional a agentes de riesgo biológico y toxinas, o su liberación accidental. El Ministerio de Salud del Perú (MINSA) la define como el conjunto de medidas preventivas y/o correctivas, destinadas a proteger al personal de salud, pacientes, visitantes y medioambiente, frente a la exposición a agentes potencialmente infecciosos o considerados de riesgo biológico. La Bioseguridad es un tema donde no solo el odontólogo tiene la mayor responsabilidad, sino también los asistentes, el personal técnico de laboratorio y el personal administrativo, por lo tanto deben de tener un mayor conocimiento sobre todas las medidas y normas preventivas para minimizar los riesgos propios en la práctica dental. Tener en cuenta en que todo paciente que acude a consulta puede presentar la enfermedad y por lo tanto todos sus fluidos y material odontológico que se ha usado durante el tratamiento son altamente infectantes, ya que no se puede saber si algún paciente presenta o no una enfermedad. Esto se debe aplicar para todos sin excepción.
Los cirujanos dentistas y pacientes están expuestos a agentes patógenos como microorganismos, virus y bacterias que infectan la cavidad oral y el tracto respiratorio. Debido al uso frecuente de material punzocortante, instrumentos rotacionales y el rocío del aerosol generado durante el tratamiento en un área restringida de visualización y condicionado al movimiento del paciente. El riesgo biológico dependerá de los factores como el volumen y la naturaleza del fluido, la patogenicidad del virus, bacteria y hongos, las circunstancias clínicas del paciente, del odontólogo y el personal expuesto, y las medidas tomadas después del tratamiento. En la actualidad todos los pacientes deben ser tomados como posibles portadores del virus, y la exposición a la sangre y otros fluidos contaminados son considerados como un problema médico.
Los ambientes relacionados a los tratamientos odontológicos inevitablemente conllevan un alto riesgo de infección por Covid-19. De igual manera, los equipos e instrumentos podrían ser contaminados con microorganismos patógenos después de su uso y las infecciones se podrían dar debido al contacto directo entre la cavidad bucal y las manos contaminadas.
A nivel nacional, el virus COVID-19 ha ocasionado el contagio y pérdida de vidas de miles de personas, todo esto a pesar de estar viviendo en un Estado de Emergencia Nacional y de la publicación de diferentes leyes de parte del Estado Peruano para disminuir el contagi
