En la mayoría de los países, las plantas medicinales y productos derivados se introducen en el mercado sin ningún tipo de seguridad obligatoria o de evaluación toxicológica. Muchos de estos países, carecen de mecanismos para regular las prácticas de manufactura y estándares de calidad. Estos productos a base de plantas están disponibles al publico a la venta sin receta en la mayoría de los casos y el peligro potenciales de un producto de no certificado es difícil reconocerlos (Bandaranayake, 2006). Por otro lado, es sorprendente la rapidez con la que se expande el uso de las plantas medicinales. En la última década, el uso de plantas medicinales represento aproximadamente el 40% de todos los servicios de salud en China, mientras que el uso de plantas medicinales en Australia, Canadá, EE.UU., Bélgica y Francia se estima en 48%, 70%, 42%, 38% y 75%, respectivamente (WHO, 2002). A pesar, de la percepción positiva de las personas que han usado plantas medicinales y la satisfacción con los resultados terapéuticos encontrados, sumado al fracaso en relación a la eficiencia de los medicamentos convencionales el problema de la seguridad de las plantas medicinales sigue siendo de gran preocupación, debido a que, la percepción general de que los remedios preparados a base de plantas son muy seguros y no presentan efectos adversos, no son verdaderos. Las plantas, han demostrado ser capaces de producir una amplia variedad de reacciones adversas, e incluso son capaces de causar lesiones graves al organismo, que ponen en peligro la vida y la salud del individuo. Numerosos e irrefutables casos de intoxicación se han reportado en la literatura (Ekor, M., 2014). Por otro lado, la piel constituye una de las mayores interfaces entre el cuerpo y el medio ambiente. Por un lado, la función de la piel humana es proteger nuestro cuerpo contra productos químicos, físicos, infecciones microbianas, pérdida de agua, y otras sustancias endógenas, y por otro, está implicado en la termo-regulación del cuerpo y a demás de servir como un órgano excretor. Esta naturaleza bifuncional de la piel depende de su estructura altamente diferenciada, siendo el estrato córneo la que se encuentra en la capa más externa de la piel y que cumple la función de barrera. Es necesario comprender de absorción de la piel por varias razones, como la evaluación de los aspectos de seguridad de los productos químicos, xenobióticos, y formulaciones cosméticas y utilizar la oportunidad de suministrar sustancias farmacéuticas para la piel y además a la circulación sistémica. Aspectos de seguridad de los productos químicos se tratan particularmente en la Unión Europea (UE) REACH (registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias químicas) El programa REACH, solicita datos de absorción de la piel para los exámenes toxicológicos. Por otro lado, las pruebas de irritación de la piel, corrosividad y datos de foto-toxicidad son necesarios a fin de reglamentar la clasificación de sustancias dentro del contexto regulación (Schaefer, UF. et al., 2008). En las ciencias farmacéuticas, hay un creciente interés en la administración de medicamentos tópico, debido a la aceptación por parte de los pacientes, en el cual deben distinguirse dos procesos diferentes: administración local en la piel y la administración sistémica. Siendo esencial conocer el comportamiento de absorción del compuesto activo. Parte de la información básica sobre estos los lineamientos se proporcionan en una serie de documentos, tales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD), guía de la Comisión Europea (EC), y las directrices de la FDA (Food and Drug Administration) (Schaefer, UF. et al., 2008). El uso de plantas medicinales, fito-nutrientes o nutracéuticos continua en aumento vertiginosamente a nivel global, mucha gente recurre, cada vez mas, a la utilización de productos naturales para el tratamiento de sus dolencias en los diferentes establecimientos de salud (WHO, 2004).